miércoles, 17 de noviembre de 2010

Que Hay de Nuevo en RCP con DEA


 No sabré hacerlo, no ha producido jamás buen resultado. Probaré a hacerlo, ha obrado casi siempre maravillas. Lo haré, ha conseguido milagros.
Siguiendo con la revisión de las actualizaciones en RCP del 2010, en la sesión de los martes, hemos revisado el material del carro de paradas, su ubicación, etc... pero en especial hemos corregida las deficiencias detectadas y aprendido el manejo del Desfibrilador Externo Semiautomatico (DEA) mediante simulación con muñeco de RCP, así como la colocación del collarín y tubo de guedel entre otras. Creo ha sido muy interesante hacerlo de forma práctica y con la participación de todos..
A continuación repasamos a partir lo revisado en la bibliografía ( FMC. 2007;14(1) ; FMC. 2006;13(3). -precisa suscripción-); ; (Nursing. 2006;24:40; Semergen. 2006;32(7))  "como utilizar un Desfibrilador Externo Semiautomático" indicando los cambios propuestos en las actualizaciones 2010 (en rojo):
Los pasos para la utilización del DEA, según el protocolo internacional, son los siguientes:
  1. Nos colocaremos al lado del paciente por su lado izquierdo, procediendo a enceder el aparato. A partir de este momento, el aparato nos indicará las instrucciones que debemos seguir.
  2. A continuación, el aparato nos indicará que coloquemos los parches: uno en la cara anterior del hemitorax derecho y otro en la parte lateral del hemitorax izquierdo.
  3. El aparato de forma automática analizará el ritmo cardíaco. Tras analizar el ritmo, el DEA se activará automáticamente si hay indicación de desfibrilar, dándonos instrucciones para que apretemos el botón de descarga.
  • Se destaca a lo largo de estas guías la importancia de la realización temprana de compresiones torácicas sin interrupciones. 
  • Mucho mayor énfasis en minimizar la duración de las pausas antes y después de los descargas; se recomienda continuar las compresiones torácicas durante la carga del desfibrilador. 
  • Se destaca también la reanudación inmediata de las compresiones torácicas tras la desfibrilación; junto con la continuación de las compresiones durante la carga del desfibrilador, la descarga de la desfibrilación se debería conseguir con una interrupción de las compresiones de no más de 5 segundos. 
  • La seguridad del reanimador sigue siendo fundamental, pero en estas guías se reconoce que el riesgo de daño de un desfibrilador es muy pequeño, sobre todo si el reanimador utiliza guantes. La atención se centra ahora en una rápida comprobación de seguridad para minimizar la pausa pre-descarga. 
  • Cuando se trata de una parada cardiaca fuera del hospital, el personal de los servicios de emergencias médicas (SEM) debería proporcionar RCP de calidad, mientras se dispone de un desfibrilador, se coloca y se carga, pero ya no se recomienda la realización de forma rutinaria de un período previo de RCP (por ejemplo, dos o tres minutos) antes del análisis del ritmo cardiaco y la descarga. 
  • Los desfibriladores externos automáticos (DEAs) son seguros y eficaces cuando se utilizan en niños mayores de un año. Para niños de 1-8 años se recomiendan parches pediátricos o un software específico para atenuar la descarga de la máquina a 50-75 J. Si no se dispone de una descarga atenuada o una máquina de regulación manual, puede utilizarse en niños mayores de un año un DEA para adultos sin modificar. Se han referido casos de uso con éxito de DEAs en niños menores de 1 año; en el raro caso de producirse un ritmo desfibrilable en un niño menor de 1 año, es razonable utilizar un DEA (preferentemente con atenuador de dosis).
Ver documentos originales y vídeo demostrativo en entrada "Que Hay de Nuevo en RCP-2010"



Tras realizar una única descarga, las nuevas recomendaciones son realizar maniobras de RCP durante 2 min o 5 ciclos de compresiones-ventilaciones, comenzando por compresiones torácicas. Tras éstas, se procede a verificar el ritmo cardíaco.
Los desfibriladores modernos, bifásicos, tiene una tasa más alta de efectividad, del 85-90% en la primera descarga. Si con una descarga no se logra eliminar la FV, es posible que se trate de una FV de baja amplitud, lo que indica la necesidad de oxígeno por parte del miocardio. En estos pacientes, la administración de RCP, especialmente con compresiones torácicas efectivas, tal vez restaure el flujo sanguíneo al miocardio, mejorando las probabilidades de éxito de una descarga.
Incluso si la descarga ha eliminado la FV, la mayoría de las pacientes no tiene perfusión sanguínea en los primeros minutos, por lo que se necesitan maniobras de RCP durante 2 min tras la desfibrilación, y previamente a la comprobación de ritmo cardíaco.
En caso de que haya un ritmo eléctrico que no debamos desfibrilar, el DEA nos indicará la necesidad de valorar maniobras de reanimación.
Al igual que hacemos con el desfibrilador manual, si el paciente es portador de un desfibrilador automático implantado o un marcapasos, no se deben colocar los electrodos sobre ellos, basta desplazar unos 2,5 cm su colocación. Asimismo, si el paciente es portador de parches transdérmicos de nitroglicerina, se deben retirar y limpiar la piel antes de la colocación de los electrodos. Es conveniente ponerse en contacto con el fabricante del DEA para adecuarlo a las "nuevas recomendaciones".
Utilización del desfibrilador externo automático en niños
Las PCR en niños, debido a su origen no cardiogénico, la mayoría de las veces requieren tratamiento con desfibrilación en menos ocasiones que en el adulto. Según algunas series publicadas, sólo entre un 19 y un 25% son de origen cardíaco, y en su mayoría están relacionadas con cardiopatías congénitas. Las causas más frecuentes de PCR en niños son respiratorias y traumatológicas, lo que condiciona un peor pronóstico que las PCR en adultos. En niños menores de 8 años, hasta hace unos pocos años no había evidencias científicas que pudieran aconsejar el uso de la desfibrilación externa semiautomática.
Actualmente, los datos epidemiológicos, experimentales y clínicos han modificado las indicaciones de la desfibrilación externa semiautomatica en niños, admitiendo su utilización para niños mayores de un año. A esto han contribuido el desarrollo de electrodos pediátricos, menores en tamaño, que atenúan las dosis de desfibrilación, reduciendo la energía liberada a 50-75 J, así como la utilización en los DEA de ondas bifásicas, que consiguen que la desfibrilación sea eficaz con dosis menores de energía, más adecuadas al tamaño de los pacientes y, por tanto, con menos daño miocárdico. En cualquier caso, si no se dispone de parches de electrodos adhesivos pediátricos, el ILCOR 2005 recomienda utilizar los parches de adultos.


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